La segunda etapa costará $ 509,5 millones. El cuerpo deliberativo deberá autorizar la adjudicación a la empresa que realizará el trabajo.
El gobierno municipal envió al Concejo Deliberante el convenio específico de cooperación y financiación para la ejecución de la segunda etapa del colector Marcos Sastre, que beneficiará a cerca de 20 mil vecinos de barrios del norte en forma directa.
Se trata del acuerdo que suscribió la Municipalidad con la Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica del Ministerio de Obras Públicas de la Nación, mediante el que se otorgará asistencia financiera para la ejecución de la obra.
El objetivo, según señaló el gobierno local en los fundamentos del proyecto de ordenanza enviado al Concejo, es autorizar la adjudicación a la empresa Coarco con un costo de $ 509,5 millones, que a entender del municipio “resulta conveniente en su totalidad”.
La obra contempla 4.388 metros lineales de desagües y se desarrollará en un plazo aproximado de 15 meses. Traerá diversos beneficios para los barrios Zacagnini, Estrada, Constitución y Los Pinares, como evitar inundaciones y generar la prefactibilidad para futuro pavimento y cordón cuneta.
Dada la magnitud de la obra, la circulación vehicular (sin ingreso ni salida de vehículos) se verá afectada a medida que avancen los trabajos. Se prevé que en cada cuadra se trabaje durante unos 40 días.
Desde el municipio ya se aclaró que la recolección de residuos se mantendrá la frecuencia diaria del servicio y se instalarán canastos comunitarios sobre las calles transversales. No obstante, se recomienda a los vecinos no realizar tareas de poda o la generación de grandes residuos conforme al ritmo de obra.
En relación con el transporte público de colectivos, se actualizará el recorrido a través de la aplicación “¿Cuándo llega?” y en la página web del municipio.
El secretario de Obras del municipio, Jorge González, aseguró que es “una obra muy esperada por los vecinos de la zona norte de la ciudad que va a beneficiar a más de 210 manzanas”.
Rersaltó que “solucionará un inconveniente de mucho tiempo, como son las inundaciones”. Eso implicará “la posibilidad de tener factibilidad hidráulica”, es decir, la certificación que permite contar con “asfalto y cordón cuneta”.
González mencionó que la zona se “valorizará” desde el punto de vista inmobiliario y permitirá “que la gente la pueda elegir para vivir en forma permanente” y logre “tener la calidad de vida que se merece”.
El convenio “viene desde hace muchísimo tiempo”, comentó el secretario, y recordó que “no llegó a concretarse en la gestión anterior”.
“En los últimos dos años hemos trabajado con la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación y en conjunto con Obras Sanitarias, que en definitiva al terminarse el trabajo va a tener a cargo el mantenimiento (del colector), como de todos los conductos pluviales de la ciudad”, precisó González.
“Estamos trabajando desde diciembre con la empresa en los cateos en el lugar, pero sobre todo con el área de comunicación del municipio para la información al vecino”, añadió González, y admitió que “este tipo de infraestructura es muy molesta” durante lo que dura la obra.